La semana pasada estaba ilusionada por asistir a una acción multitudinaria planteada por el colectivo Improv Everywhere en Madrid. Finalmente por destinos de la vida no pude colaborar como parte del enjambre y me puse a escuchar el audio generador de la coreografía. Pequeña decepción al descubrir la partitura… claro que debía haber recalado en el hecho que ciertas voces omniscientes no dejan mucho margen a los mecanismos emergentes… una cosa es la orden ubicua súper dirigida y otra la reacción individual pertinente, creadora de procesos complejos…
«Se reclama la participación del público, se le invita a formar parte de la obra artística, del juego digital o a expresarse online en innumerables foros. El espacio público se convierte en un espacio de representación en que casi todos los personajes tenemos cabida. La estetización del juego democrático parece abarcar toda la superficie del planeta a través de la paulatina conversión de los ciudadanos en espectadores y de la vida en espectáculo. ¿Este movimiento es acaso un paso más en la emancipación de los ciudadanos hacia la plena participación en los quehaceres y decisiones o reduce toda acción a un teatro de celebración del infinito entretenimiento mientras los que deciden son otros?» Presentación del libro QUERIDO PÚBLICO. El espectador ante la participación: jugadores, usuarios, prosumers y fans.
Efectivamente existe una filia extendida en casi todos ámbitos sociales que maneja y alardea del concepto de democracia, cuando en realidad ese acercamiento tiene más que ver con una estilización de la democracia, que con un gobierno real del pueblo.
¿Qué matices diferenciales podemos encontrar entre un público al que se le ofrece esta estetización con opción digital (0/1) y una supermente común? ¿Donde residen las diferencias primordiales entre estos dos sistemas?